¿Por qué llamamos a nuestro enfoque Terapia
Gestalt?
En
el PHG
(Perls, Fritz;
Hefferline,
Ralph; Goodman, Paul: Terapia
Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana (en Los libros
del CTP), libro fundamental que marcó un hito en el origen de la terapia Gestalt,
se afirma: “Nosotros trabajamos a partir de las principales intuiciones de la Psicología
de la Gestalt”. Recordemos que la
Terapia Gestalt recoge los
principios teóricos de la Psicología de la Gestalt y los utiliza,
entre otros, para proponer una forma de psicoterapia.
La Psicología de la Gestalt es una
corriente de la psicología moderna, surgida en Alemania a
principios del siglo XX.
La palabra “Gestalt” puede traducirse del alemán como
"forma", "figura", "configuración",
"estructura" o "creación".
Dentro de la Psicología de la Gestalt
se han ido
formulando leyes que explican los principios por los que, dependiendo
del contexto en el que nos encontremos, percibimos ciertas cosas y no otras.
Estas son las leyes de la Gestalt, que fueron propuestas en un inicio
por el psicólogo Max Wertheimer, cuyas ideas fueron
desarrolladas y reforzadas por Wolfgang Köhler y Kurt Koffka.
Esta escuela se ha identificado con la frase: “El todo es mayor que la suma de las partes”
que pretende explicar que la organización básica de cuanto percibimos está en
relación con una figura en la que nos concentramos, que a su vez es parte de un
fondo más amplio, donde hay otras formas. En otras palabras: todo lo
percibido es mucho más que información llegada a los sentidos.
Leyes de la Psicología de la Gestalt que influyen en la Terapia Gestalt:
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Jarrón de Rubín |
La ley de la figura-fondo: no podemos percibir una misma forma como figura y a la vez como fondo de esa figura. El fondo es todo lo que no se percibe como figura. Según la experiencia previa y los intereses del observador, aparecerá en su mente un elemento como figura y el otro como el fondo de la figura o viceversa. Es la de mayor fuerza y trascendencia todas las leyes porque puede considerarse que abarca todas las demás, ya que en todas late este principio organizativo de la percepción, y se ha observado que muchas formas sólo se constituyen como figuras definidas cuando quedan superpuestas o recortadas sobre un fondo más neutro.
La ley de cierre: Las personas tendemos a completar perceptualmente aquellos estímulos que están próximos entre sí, ya sea en el espacio o en el tiempo.
Aunque el objeto esté sin completar, lo percibimos como un todo. Una vez que la figura se ha cerrado eliminamos los detalles innecesarios y establecemos un patrón para el futuro.
Ley de la buena forma (o ley de la
pregnancia): lo que percibimos
con mayor exactitud y rapidez son aquellas formas más completas pero, al mismo
tiempo, más simples o simétricas.